Como bien dicho
nosotros entendemos por contaminación industrial a la emisión de sustancias
nocivas, tóxicas o peligrosas, directa o indirectamente de las instalaciones o
procesos industriales al medio natural. Estas emisiones pueden ser algunas de
las siguientes:
• Emisiones a la atmósfera
• Vertidos a las redes públicas de saneamiento
• Vertidos directos al suelo o a cauces de aguas
superficiales
• Almacenamientos o disposición de residuos industriales
• Ruidos en el entorno
En estas emisiones quedan incluidas las que se derivan de
los productos o subproductos que las industrias ponen en el mercado. Por
ejemplo, la contaminación de toxinas que pueden producir la combustión de
productos de PVC en vertederos y por incineración, o la destrucción de la capa
de ozono estratosfera por gases clorofluorcarbonados (familia CFC). En estos casos, la mejor política preventiva es la prohibición pura y simple de la
utilización del compuesto dañino, como ha sido el caso de los CFC en el
Protocolo de Montare y el Acuerdo de Londres.
En el caso del PVC hay una gran polémica, con argumentos
a favor, por parte de los fabricantes, y campañas en contra de los grupos
ecologistas que han conseguido la prohibición en países como Dinamarca (para
los juguetes); pero no en otros ya que, efectivamente, el PVC es un producto que
tiene grandes ventajas para determinadas aplicaciones (construcción).

han de depositarse en algún lugar.
Sacramento Alarcón Angélica Denisse 1 A
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